El turismo de estas Islas se centra en sus playas, escollos de coral próximos a la isla de Anegada, cruceros, gastronomía donde abunda el marisco fresco, así como la actividad nocturna donde degustar el ron de elaboración casera en los bares de Jost Van Dyke. Asimismo, el turismo junto con los servicios financieros son la base de su economía. Las Islas Vírgenes Británicas reciben 350.000 visitantes anuales y las licencias otorgadas a empresas offshore representan el 50% de los beneficios del estado.
En este sentido, anteriormente, se podían encontrar múltiples empresas de juegos de azar en línea. No obstante, a consecuencia de la ley estadounidense contra el juego en esta modalidad gran parte de ellas optaron por cambiar de ubicación o simplemente desaparecer. La ley actual de las Islas prohíben por completo esta actividad. Aun siendo una subordinación de Reino Unido, el gobierno local y los juzgados ejercen su autoridad de manera independiente. De igual modo, las Islas no dependen de la ley de Unión Europea, por lo que pueden controlar el juego según su parecer.
De este modo, si tienes pensado visitar las Islas Vírgenes Británicas debes prestar especial atención a la ley reguladora. Toda actividad vinculada al juego es ilegal en este territorio sin ninguna excepción. No están permitidos los juegos en línea, presenciales, loterías o apuestas. Las penas por incumplir la ley pueden llegar hasta un año de cárcel y una sanción de $1000.
No obstante, es posible encontrar casinos en línea o empresas vinculadas al juego en línea domiciliadas en las Islas Vírgenes Británicas. Pueden estar reguladas por el estado pero no significa que dispongan de licencia de juego. En este aspecto, únicamente estarían habilitados para practicar negocios o realizar gestiones financieras en esa jurisdicción pero nunca asociados con el juego.
En consecuencia, debe valorarse que diversos casinos en línea pueden estar domiciliados en un sitio determinado y haber conseguido la licencia en otro diferente. Se suele actuar de este modo por motivos financieros y prácticos sin ser una situación ilegal prácticamente en todo el mundo. En este sentido, a modo de ejemplo, un casino puede estar domiciliado en las Islas vírgenes aunque el permiso de juego se lo haya concedido las autoridades de Curazao.