El indicador MoMo, o Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria en España, se alimenta fundamentalmente de datos de defunciones diarias por todas las causas del Instituto nacional de Estadística (INE), y de los registros civiles que están actualmente informatizados y que se reciben a través del Ministerio de Justicia.
Pese al colapso del que hemos hablado en las últimas semanas en cuanto a estas administraciones, que acumulan retrasos de hasta cuatro semanas en la inscripción de las defunciones, algo que los propios trabajadores han puesto sobreaviso ante un efecto rebote en las cifras, el indicador apunta que, desde el pasado 17 de marzo hasta este jueves 30 de abril, nuestro país ha tenido 30.811 muertos más que en el mismo periodo de otros años, en concreto desde 2008 hasta 2019, lo que supone un crecimiento del 62%.
Varios expertos señalan que la práctica totalidad de las muertes podrían atribuirse al coronavirus puesto que "no ha habido otras causas conocidas relevantes" durante estas semanas y, además, se ha producido un enorme descenso derivado del confinamiento impuesto en el decreto del Estado de Alarma, que ha llevado a mínimos los decesos por accidentes de tráfico o laborales, entre otros.
Tal y como se puede comprobar, España se encontraba precisamente por debajo de la media del periodo anterior justo antes de que la epidemia azotase nuestro país. Por tanto, hay un desfase de casi 6.000 muertes con respecto a los datos oficiales publicados este mismo viernes por el Ministerio de Sanidad, en los que se confirma un total de 24.824 fallecimientos por Covid-19, lo que lleva a pensar en ese ajuste de cifras al que se han referido tanto el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, como el propio ministro Salvador Illa, en varias ocasiones, que no llegaría hasta el final de la pandemia.
Sin embargo, este indicador nos pone en contexto ante el verdadero alcance del coronavirus en España, teniendo en cuenta, como hemos dicho antes, que estamos ante un inusual colapso de los registros y que el sistema MoMo no recoge a un 7% de la población, por lo que las cifras que barajan tanto la Comunidad de Madrid como Cataluña estarían más cerca del dato real de muertes en España, teniendo en cuenta que son las dos más afectadas por la epidemia y presentan un exceso de defunciones significativo, al igual que Aragón, las dos Castillas, Comunidad Valenciana, La Rioja o País Vasco, lo que se puede comprobar en los gráficos sacados del propio informe a continuación: