El 11 de enero, la Policía Nacional descubrió en el Ecoparque de Toledo restos humanos, concretamente un pie pequeño. Esta búsqueda se había iniciado el 27 de diciembre para encontrar a Ángel.
Tras encontrar los restos, los agentes los llevaron al Instituto Anatómico Forense de Toledo para verificar su identidad con pruebas de ADN, las cuales dieron el resultado esperado.
Ángel desapareció junto a su primo Fernando, de 17 años. Más tarde se encontró el cuerpo de este último en una planta de residuos toledana y se confirmó que era él. Desde entonces, diferentes unidades policiales como guías caninos, la Policía Científica, la Policía Judicial, el Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) de la Policía Nacional y dos retroexcavadoras han trabajado en la zona delimitada desde el principio.
Los trabajos comenzaron el 27 de diciembre. La Policía Nacional anticipó la complejidad de la búsqueda, que abarcaba entre 9.000 y 10.000 toneladas en un área delimitada desde el 15 de diciembre, cuando se encontró el cuerpo de Fernando, el primo con quien desapareció.
Los esfuerzos se enfocan en el Ecoparque de Toledo, ya que la idea principal es que Fernando y Ángel estuvieran juntos en Toledo, algo que varias cámaras de seguridad corroboran. Existen varios caminos para investigar y ninguno está descartado por completo.
La Policía cree que los dos niños se habían refugiado en un contenedor para protegerse del frío y la lluvia, y ahí habrían muerto por asfixia, como lo confirmó la autopsia de Fernando. Sin embargo, los familiares no están de acuerdo con esta hipótesis y piden que se busquen otras explicaciones.