La inmensa mayoría de los países que tienen leyes y políticas dirigidas contra las personas por su orientación sexual o identidad de género han heredado estas prácticas del legado de la colonización, afirmó un experto de la ONU.
"La mayoría de los proyectos coloniales regularon la sexualidad y el género como parte de su empresa más amplia de dominar pueblos y territorios”, afirmó Víctor Madrigal-Borloz, experto independiente sobre la protección contra la violencia y la discriminación basadas en la orientación sexual y la identidad de género.
En su informe a la Asamblea General, Madrigal-Borloz afirmó que, aunque las leyes desempeñaron un papel fundamental en el control social, también se establecieron complejos sistemas que incluían la policía, la medicina, la literatura y la educación, todos ellos puestos al servicio del control de la sexualidad y el género en las colonias.
"Una vez que un país adquiere el autogobierno, entra dentro de su responsabilidad forjar y aplicar sistemas jurídicos conformes con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos. La actuación negligente o deliberada que se traduzca en la criminalización continuada de las personas LGBT es inadmisible", afirmó.