27 vidas rotas

Los adultos

Dawn Hocksprung, 47: la directora del colegio estaba reunida con algunos profesores cuando comenzó el tiroteo y trató de proteger a los niños. "Era muy optimista, estaba siempre sonriendo", ha declarado a la prensa estadounidense una trabajadora del centro. Dawn estaba casada y tenía dos hijas. Se hizo cargo de la escuela en 2010 y afirmaba que no se le ocurría un "sitio más positivo para llevar a los niños cada día".

Mary Sherlach, 56: psicóloga del centro que, según los testigos, salió al escuchar los disparos y perdió la vida. Era madre de dos chicas, una de las cuales siguió sus pasos y es maestra en un colegio de New Jersey. Además de su trabajo, le gustaba el teatro, la jardinería y la lectura. "Siempre estaba hablando de los alumnos", ha dicho un familiar.

Victoria Soto, 27: Señalada por la prensa y por algunos padres como la heroína de la jornada, esta joven maestra salvó la vida de algunos alumnos cuando los encerró en el armario. Pero algunos de ellos, nerviosos, trataron de escapar y ella, al intentar impedírselo, se enfrentó cara a cara con el asesino y éste la mató. Le encantaba su trabajo y trató de proteger con su propio cuerpo a los niños.

Anne Marie Murphy, 52: Los niños eran su pasión. Los amaba por encima de todas las cosas, han dicho sus conocidos. Murió por salvarles. "Era un alma feliz", ha declarado su madre al diario 'Newsday'.

Lauren Russeau, 30: Tras años haciendo sustituciones en distintas escuelas, encontró un puesto de sustitución permanente en Sandy Hook Elementary School en octubre. Era maestra de educación especial. "Siempre quiso ser profesora, era su sueño", ha dicho su madre.

Rachel Davino, 29: Días antes de la tragedia, el novio de Rachel Davino, Anthony Cerritelli, había pedido permiso a sus padres para casarse con ella. Iban a oficializar el compromiso el día de Navidad. La joven era especialista en terapia del comportamiento y recientemente había comenzado a trabajar en la escuela donde fue asesinada. La policía dijo a su familia que Davino murió protegiendo a sus alumnos del asesino.

Los niños

Ana Marquez-Greene
Ana Marquez-Greene, 6: hija del saxofonista de jazz Jimmy Greene, que se había mudado a Newtown en julio. Varios músicos le expresaron sus condolencias en las redes sociales. La niña, de Puerto Rico, estaba contenta en su nueva escuela. Su hermano mayor, de nueve años, también presente en el centro durante el tiroteo, se salvó por estar en otra clase.

Jesse Lewis.

Jesse Lewis, 6: Estaba ilusionado por hacer ese día galletas caseras, como tradición navideña. "Le gustaban las matemáticas y montar a caballo. Era un niño feliz y el viernes le dejé en la escuela muy sonriente. Fue la última vez que le vi", ha relatado su padre en el 'New York Post'.

Emilie Parker.

Emilie Parker, 6: Según ha contado su abuelo a 'The Washington Post' esta niña siempre miraba por los demás. "Tenía un corazón muy grande, siempre estaba dispuesta a ayudar a los otros". Su padre ha afirmado que su hija "era brillante, creativa y muy cariñosa".

Catherine Hubbard.

Catherine Hubbard, 6: Su familia ha expresado en un comunicado que están "realmente tristes por la pérdida de nuestra preciosa hija. Rezamos por ella y por todas las familias que están pasando por este trance".

Grace McDonnell.

Grace McDonnell, 7: "Una muñeca de melena rubia y ojos azules". Así es el retrato de esta pequeña, que pasó la noche anterior a su muerte colocando las luces de Navidad en su casa, según ha contado un allegado de la familia a la prensa.

Jack Pinto.

Jack Pinto, 6: Miembro del equipo de lucha del colegio. Un compañero suyo de este deporte ha afirmado que llevaba poco tiempo practicando pero que ya había ganado alguna medalla. "Se le daba muy bien". La asociación de lucha libre de Newtown colgó un mensaje en Twitter anunciando que habían perdido "a uno de nuestros luchadores más jóvenes".

Noah Pozner
Noah Pozner, 6: Judío, es la más joven de las víctimas, pues cumplió los seis años hace tan solo un mes. Su hermana gemela también acudía a la escuela, pero sobrevivió. "Él la adoraba. Decía que era su mejor amiga", cuentan sus familiares.

Charlotte Bacon
Charlotte Bacon, 6: "Era una niña muy lista, con gran personalidad, que hablaba como si fuera una adulta. Sabía lo que quería". El tío de Charlotte habla en la prensa estadounidense de su sobrina, que era muy sociable y estrenó, por fin "el vestido rosa y las botas blancas que tanto deseaba" el día que murió.

Daniel Barden.

Daniel Barden, 7: Formaba parte del equipo de natación y le gustaba jugar al fútbol. La madre de su amiga Maggie, de ocho años y con quien iba a diario al cole en el autobús escolar, le describe como un "niño dulce". Maggie logró esconderse del asesino junto a otros compañeros y tras acabar la masacre no pudo encontrar vivo a Daniel, que no tuvo tanta suerte.

Olivia Engel.

Olivia Engel, 6: Unos amigos de los padres han descrito a Olivia como "extrovertida y creativa". "Cuando nos escribió una carta nos dijimos, 'wow, ¿esto lo ha hecho alguien de primer grado?'". La familia de la niña ha pedido mediante un cartel junto a su casa que se respete su privacidad.

Josephine Gay
Josephine Gay, 7: Le encantaba diciembre. Por la Navidad y porque era su cumpleaños. Pero su mes favorito se convirtió en maldito, porque tres días después de soplar las velas de su séptimo aniversario, Adam Lanza le quitaba la vida.

Dylan Hockley
Dylan Hockley, 6: Sonriente, amante de los superhéroes y un niño feliz. Vivía con su familia en la misma calle que Adam y Nancy Lanza, identificados como el autor de la matanza y su madre.

Madeline Hsu, 6: Un médico que acudió al área de la escuela para prestar su ayuda tras el tiroteo explicó que la familia de Hsu estaba "devastada" y no podía hacer ningún comentario. La fallecida era amiga de su hija.

Chase Kowalski.

Chase Kowalski, 7: "Era un niño hermoso, un niño increíble, no hacía más que sonreír". Son palabras de Suzanne Baumann, vecina del pequeño asesinado, al que le encantaba practicar el béisbol y recorrer los alrededores de su casa con un todoterreno de juguete.

Caroline Previdi.

Caroline Previdi, 6: Los amigos y allegados de la pequeña explican que todos la conocían con el apodo de 'Boo', porque se parecía a la niña protagonista de la película de 'Monsters, Inc.', de Pixar. "¡Eras tan bonita! Te echaremos de menos", dice uno de los comentarios publicados en Facebook para mostrar las condolencias a su familia.

James Mattioli.

James Mattioli, 6: La tragedia se ha extendido por todo Newtown, pero se ha cebado especialmente en el vecindario de Sandy Hook. James Mattioli vivía en el mismo bloque que otro estudiante, Jesse Lewis, y la profesora de educación especial Anne Marie Murphy, los tres víctimas de Adam Lanza. Daba clases de natación, igual que otra de las víctimas, Daniel Barden.

Avielle Richman.

Avielle Richman, 6: Había vivido en Mira Mesa (San Diego) hasta hace un año, cuando su familia se trasladó a Newtown. Su funeral se ha fijado para el martes. El sábado, la catedral de San Pablo, en San Diego, hizo sonar las campanas 28 veces para recordar a los 27 fallecidos y al asesino.

Jessica Rekos.

Jessica Rekos, 6: Con unos ojos azules, clavados a los de su hermano, le gustaba, como a muchas niñas de esa edad, el color rosa y vestirse de princesa. Pero por encima de todo, "adoraba los caballos", según han recordado sus padres, Rich y Krista, en un comunicado.

Benjamin Wheeler.

Benjamin Wheeler, 6: "Siempre hay alguien dispuesto a salir el primero a bailar para que todos le sigan. Ése era Ben, un niño adorable". Son palabras del rabino de Newtown recogidas por 'The Washington Post'. Fue junto a su padre a la sinagoga para participar de la celebración de Hanuka.

Allison Wyatt, 6: "Era una niña tímida y tranquila, siempre sonriente", recordaba su maestra de guardería, Kate Capellaro. Tenía una hermana, Lauren, con la que se llevaba dos años de diferencia.

Fuera de la lista

Nancy Lanza.

Nancy Lanza, 52: La madre del supuesto agresor, Adam Lanza, fue asesinada en su casa. Amante de las armas, coleccionaba varias de ellas, y era muy aficionada a los ranchos de tiro, a los que llevó a sus dos hijos en varias ocasiones. Cuentan sus conocidos en el 'Denver Post' que también le gustaban la cerveza, el jazz y los paisajes. En 2008 su vida dio un giro radical al separarse de su marido, con el que llevaba 17 años de matrimonio, y mudarse a Newtown con su hijo Adam. Su otro hijo, Ryan, no fue a vivir con ellos. Este es su perfil completo.

Adam Lanza, 20: Tímido y huidizo, sin presencia en las redes sociales como otras personas de su edad, Adam Lanza pasó por el colegio sin dejar huella. Ni siquiera salió en el anuario escolar.