Desde hace un tiempo los comerciantes chinos de Sevilla no se sentían seguros. Los ojos de una banda de criminales vigilaban sus pasos. Los seguían, estudiaban sus movimientos y finalmente los desvalijaban. Su método, organizado hasta el último milímetro, se conoce como ‘mataleón’.
Los responsables de los asaltos eran cuatro hombres con antecedentes. Conocían bien a sus víctimas y solo apostaban por aquellas que guardaban gran cantidad de dinero en efectivo. Uno de los miembros se acerba por la espalda y estrangulaba hasta dejar inconsciente al comerciante. Entonces, era el turno del segundo criminal, que le robaba todas las pertenencias. Finalmente, los otros dos integrantes de la banda esperaban con el coche en marcha para huir sin ser descubiertos.
El método les funcionaba bien. Llevaron a cabo una quincena de robos y acumularon un botín de más de 50.000 euros. Pero la denuncia por parte de uno de los comerciantes puso en alerta a la Policía. Los agentes interceptaron la furgoneta utilizada por los delincuentes en un polígono industrial de Sevilla y los criminales fueron puestos a disposición judicial.