Esta ciudadana norteamericana se registró en una página de contactos y allí comenzó a chatear con un hombre de nacionalidad española. Este, mediante engaños, le fue pidiendo pequeñas cantidades de dinero. Le solicitaba ayuda porque supuestamente tenía problemas económicos, de salud e incluso le dijo que quería viajar a Estados Unidos para conocerla, pero que no disponía de tanto efectivo. Y la mujer le volvió a prestar fondos.
Finalmente, la joven se dio cuenta de que estaba siendo engañada y decidió denunciar a este hombre ante el FBI, la víctima contó a los agentes el perjuicio que había sufrido. Las fuerzas extranjeras se pusieron en contacto con la Policía Nacional, ya que la red de estafa estaba afincada en nuestro país.
Los agentes españoles comenzaron las investigaciones que dieron como resultado la detención de nueve personas en Málaga, pertenecientes a una organización criminal que se dedicaba a perpetrar estafas mediante “cartas de amor”, un nuevo tipo de las conocidas como cartas nigerianas.