"Una persona como un fantasma" llamado Mack se introdujo en el cuerpo del progenitor y agredió en repetidas ocasiones a la pequeña. ¿El resultado? Ya sea Mack o su padre, Rocky Uzzel, el autor, la niña no volverá a caminar.
Rocky Uzzel golpeó en varias ocasiones a su hija. Fue tal la crudeza de estas agresiones que llegó a romperle una pierna, una espinilla y un brazo, todo esto sin contar con un fuerte hinchazón en el cráneo.
La pequeña no contaba ni con un año de edad cuando sucedieron los hechos, por lo que necesitó de un tubo para poder alimentarse. Y, por si esto fuese poco, tendrá que ir en silla de ruedas el resto de su vida.
Al juez Keegan, magistrado del caso, no le quedó otro remedio que reconocer que la historia que estaba contando Uzzel acerca de quién fue el agresor era un "engaño" para intentar eludir su responsabilidad en un abuso con el agravante de "sádico"
Ocho años y medio de prisión
Los detalles del ataque se han conocido tras hacerse público el juicio en el Tribunal Superior de Inglaterra. El juez Keehan describió los ataques a la pequeña Isabelle como “escalofriantes”.
A Uzzel no le sirvió de nada su inventado álter ego, Mack. Aun así, el juez escudó la actitud del padre en su estado de salud mental causado por haber sufrido abusos en su infancia
Pese a esto, su historia no le sirvió para librarse de prisión. La madre de Isabelle, Katherine Prigmore, también ha sido enviada a prisión por el juez Rupert Mayo por ocultar y mentir sobre los abusos que estaba recibiendo su hija por parte de su marido.