La Policía Local de Zaragoza encontró el pasado viernes a un hombre de 33 años deambulando por el centro de la ciudad ensangrentado.
Al parecer, el hombre tenía el pene amputado, por lo que fue trasladado de urgencia al hospital Miguel Servet, donde al momento de publicar esta información permanece ingresado.
Tal y como han informado medios locales, una patrulla de la URF (Unidad de Refuerzo Flexible a la Policía Local de Zaragoza) observó al herido sobre las 19:00 horas del viernes en la confluencia de la Gran Vía y el paseo de Fernando el Católico.
Al verlo ensangrentado, se acercaron y le preguntaron si se encontraba bien, a lo que el hombre les contestó que acababa de salir de su casa y que tenía el pene amputado.
Los agentes de policía localizaron el miembro mutilado, aunque se desconoce si se le ha podido reimplantar, ya que el hospital se ha negado a ofrecer detalles de este escabroso caso, que parece sacado del guion de una macabra película.
Como decimos más veces de las que nos gustaría, la realidad ha superado en esta ocasión a la ficción.