La Policía Nacional de España, junto con la Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y la National Crime Agency del Reino Unido, llevaron a cabo una operación conjunta que resultó en la intervención de más de cuatro toneladas de hachís a bordo de un velero británico en la bahía de Cádiz. El barco había partido hacia Marruecos para recoger la droga, pero debido a las malas condiciones meteorológicas tuvo que regresar a aguas españolas.