Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil en el marco de un Equipo Conjunto de Investigación formado por España, Italia y Rumanía y coordinado por Eurojust y Europol han desarticulado una organización internacional que explotaba a víctimas de nacionalidad rumana captadas mediante el método lover boy. La organización, que manipulaba a sus víctimas mediante chantaje emocional y coacciones hasta convencerlas de que no podrían vivir sin sus captores, llegó a obtener un beneficio de más de 5.000.000 de euros.