El sistema de Encarcelamiento para la Protección Pública de Reino Unido establecía la pena de prisión indefinida para quienes hubieran cometido algún tipo de delito grave. Una relatora de la ONU denuncia que estas sentencias “crueles, inhumanas y degradantes” provocan graves daños psicológicos a los reclusos, que además no cuentan con programas de rehabilitación.