Ambos han sido condenados a una pena de 10 años de libertad vigilada posterior al cumplimiento de la pena principal y al alejamiento mínimo de 1.000 metros respecto de cualquiera de los familiares de la víctima.
Peral y López acabaron con la vida de Pedro Rodríguez trazando un plan para ello: "Ambos acusados empezaron a trazar un plan con el fin de quitar la vida a la víctima, decidiendo finalmente ponerlo en marcha la noche del 1 al 2 de mayo de 2017".
Así, según recoge el documento, "conjuntamente, o al menos uno de ellos con la anuencia y colaboración activa del otro, agredieron a la víctima y le privaron de su vida de forma violenta" con la intención y asumiendo las probabilidades que existían de acabar con la vida de la víctima.
"Acordaron fingir mediante que la víctima desenvolvía su vida con normalidad, llegando en la noche del mismo día dos de mayo a utilizar su móvil en distintas ocasiones", apunta.
Además, el documento narra cómo decidieron deshacerse del cadáver, "sabedores de que el cuerpo sin vida de la víctima estaba depositado anteriormente en el interior del maletero del vehículo de su propiedad" decidieron trasladarlo al área del pantano de Foix, en Barcelona "y una vez allí, valiéndose de algún tipo de combustible, prendieron fuego al vehículo con el cuerpo de la víctima en su interior".