La Fiscalía de la ciudad de Braunschweig (Alemania), que se encontraba investigando a un preso condenado por abuso de menores por su presunta relación con la desaparición de Madeleine McCann en el sur de Portugal en 2007, ha dado al traste con la esperanza de la familia de la pequeña de que aún pudiese estar viva.
Tal y como ha comunicado la Oficina Federal de la Policía Criminal (BKA) de Alemania, el nuevo sospechoso sería Christian B., de 43 años, un delincuente sexual con múltiples condenas, entre ellas por abuso sexual de niños.
Los investigadores creen que estaba en la zona del Algarve cuando desapareció la niña, por lo que han anunciado que "asumimos que la niña está muerta".
Con estas palabras de un miembro de la Fiscalía de Braunschweig, Hans Christian Wolters, se rompe la última esperanza de la familia de encontrarla con vida, ya que ha descrito al sospechoso como "un depredador sexual que ya ha sido condenado por delitos contra niñas" y que cumple en la actualidad "una larga condena", sin entrar en más detalles.
La Policía Metropolitana de Reino Unido, que colabora con las autoridades portuguesas y alemanas en las pesquisas, ha aclarado que por ahora sigue enmarcando este caso dentro de la categoría de "personas desaparecidas", ya que no tiene "pruebas definitivas" sobre el posible fallecimiento de Madeleine.
El portavoz de la familia McCann, Clarence Mitchell, ha afirmado en declaraciones a la BBC que esta nueva línea de investigación "puede ser muy significativa", habida cuenta de que no recuerda ninguna sospecha tan concreta sobre una persona en los últimos trece años.
La Policía ha difundido imágenes de una casa en Portugal y de dos vehículos con los que el ahora sospechoso estaría vinculado. De uno de estos coches, un Jaguar, se deshizo un día después de la fecha de la desaparición de la niña en Praia da Luz, el 3 de mayo de 2007.