Pese a los cargos, ambos jóvenes han sido absueltos del delito de conducción temeraria, tal y como señala la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, en la que se establece también una condena económica de cerca de 180.000 euros.
Cabe destacar que los dos acusados han sido condenados a tres años de cárcel por el delito de homicidio por imprudencia grave y a otros tres por el de abandono del lugar del accidente.
Fue el pasado 6 de octubre cuando se produjo el atropello mortal de un joven estudiante toledano de Enfermería. En un primer momento, los dos condenados manifestaron que no eran los conductores de los vehículos, ya que cada uno viajaba en uno, y dijeron que habían sido familiares suyos.
Los hechos tuvieron lugar sobre las tres y media horas de la madrugada, cuando la víctima cruzaba por un paso de peatones y fue atropellado por un vehículo a gran velocidad, y acto seguido por otro, sin que ninguno parase.