El Caso | Lunes 24 de agosto de 2020
La semana pasada, en los alrededores de Rande (Pontevedra), se buscaba el cuerpo de un varón que se había precipitado a la ría tras estacionar su coche en mitad del puente.
A solo 40 kilómetros, en la localidad portuguesa de Ponte de Lima, efectivos de la GNR lusa y la Policía Judiciaria hallaron el cadáver mutilado de un vigués de unos 50 años gracias a la llamada de auxilio de su pareja, quien también evidenciaba cortes y heridas en sus manos.
Carlos S.F. falleció tras precipitarse desde el Puente de Rande después de, presuntamente, haber asesinado y mutilado los genitales de otro vecino de la urbe olívica y causar heridas de diferente consideración en su ex mujer, cuando la pareja disfrutaba de unas vacaciones en la localidad portuguesa. Ambos se encontraban desde hacía tres semanas en Ponte de Lima disfrutando de unas vacaciones.
Fue en torno a las 8 de la mañana cuando la mujer, quien logró salir de la vivienda a pesar de estar maniatada con las manos en la espalda, pidió ayuda tras presenciar el asesinato de su pareja. Tal y como informan fuentes de la GNR, fue ella quien reconoció al autor: su exmarido.
La mujer presentaba marcas de ataduras y varias heridas por todo el cuerpo, por lo que fue trasladada a un hospital de la zona para su revisión.
Por el hombre no se pudo hacer nada, salvo certificar su fallecimiento. Este habría sufrido también varios golpes, además de la mutilación de sus genitales.
Crimen pasional
El presunto culpable del crimen se habría desplazado en varias ocasiones durante este mes al domicilio vacacional de la pareja. En un primer momento, todo apuntaba que, tras el crimen, Carlos S.F habría huido en un Jeep rojo propiedad de su ex mujer, pero este fue encontrado en las inmediaciones de la casa de Ponte de Lima, tras sufrir una salida de vía.
El coche hallado en Rande, un BMW 740 de color negro, sí era el suyo y fue con el que perpetró la fuga.
Tan solo dos horas después, sobre las 10.00 horas de la mañana, el cuerpo sin vida del sospechoso fue rescatado por Salvamento Marítimo y trasladado al puerto de Domaio por la embarcación Salvamar Mirach, donde el forense procedió al levantamiento del cadáver.
Minutos después, la Guarda Civil acudía a retirar un coche negro de alta gama que estaba estacionado hacia el final del puente, en dirección Pontevedra.
Esa misma tarde, se le practicó la autopsia, aunque todo apunta a que el hombre no superó la ruptura amorosa y en venganza asaltó a la pareja mientras disfrutaba de sus vacaciones.
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