La Policía Nacional ha identificado los restos humanos encontrados el jueves en una zona descampada de Santander. Se trata de la joven de origen guatemalteco, Nancy Paola Reyes García, desaparecida desde el pasado mes de agosto.
Debido al avanzado estado de descomposición en que los agentes hallaron el cuerpo, el proceso de identificación, llevado a cabo en la Comisaría General de Policía Científica de la Policía Nacional, ha consistido en el cotejo de las muestras de ADN obtenidas por el forense durante la autopsia con muestras de ADN obtenidas de sus hermanos en el momento en que interpusieron la denuncia.
El hallazgo del cuerpo de Nancy Paola se produjo el día 17 de septiembre en el marco de una investigación, iniciada por agentes de Policía Nacional, cuando el día 26 de agosto se recibió denuncia de los hermanos de la joven en la Comisaría de Policía Nacional de Ciudad Real. En dichas denuncias, los familiares apuntaban ya como sospechoso a la pareja de la misma, un joven colombiano de 28 años. Según esta denuncia, ambos residían en Ciudad Real, si bien podrían encontrarse en Santander, localidad a la que se habrían desplazado para pasar unos días.
Desde ese momento, la Policía Nacional inició una investigación que ha requerido una intensa actividad de coordinación entre agentes y unidades de varias provincias. La inspección ocular en el domicilio donde había convivido la pareja en Santander permitió hallar diversos vestigios que indicaban la posibilidad de que se hubiese podido cometer un delito violento en el mismo.
Si bien, no se descartó ninguna posibilidad a priori, a medida que la investigación avanzaba fue cobrando más fuerza la hipótesis de que la joven no hubiera desaparecido voluntariamente, sino que pudiera haber sido víctima de su pareja, por lo que los agentes trabajaron para recopilar indicios y pruebas suficientes para comprobar lo sucedido y tratar de reconstruir el iter criminis seguido por el presunto autor de los hechos.
El día 27 de agosto se pudo detener en la Comisaría de Distrito Centro de Madrid, a la pareja de la joven desaparecida, un varón colombiano de 28 años, que había acudido a dicha Comisaría para interponer una denuncia por la desaparición de la joven. Una vez puesto a disposición judicial, fue enviado a prisión donde continúa en la actualidad.
En vista de todos los indicios y pruebas recabadas, los investigadores de la Jefatura Superior de Policía de Cantabria llegaron a la conclusión de que la joven ha podido ser víctima de la violencia de su pareja, reconstruyeron los hechos y establecieron un dispositivo en varios puntos de Santander (Barrio Pesquero y Peña del Cuervo) para tratar de localizar a la víctima.
Para ello se ha contado con el apoyo de un equipo del G.E.O (Grupo Especial de Operaciones) que se había desplazado el pasado día 16 a la localidad cántabra de Santander para colaborar en la localización del cuerpo.
En un primer momento, los GEO rastrearon la zona del Puerto Pesquero, ya que una de las hipótesis con las que trabajaban los investigadores era la posibilidad de que el cuerpo de la víctima hubiese sido arrojado al mar; posteriormente se incorporaron al dispositivo de búsqueda establecido en la zona de la Peña del Cuervo.
Es en este lugar donde en la mañana del día 17 de septiembre, agentes de la Policía Judicial de Santander y del GEO localizaban unos restos humanos que se encontraban metidos en bolsas de plástico, y que, en principio y a la espera del resultado de la autopsia por parte del Instituto de Medicina Legal de Santander, parecían pertenecer a la misma persona.
Concretamente, las bolsas se encontraron en varios puntos no muy alejados entre sí, en una escondida zona descampada con maleza, matorrales y desniveles, algunas de muy difícil acceso.
La investigación continúa abierta para lograr el total esclarecimiento de los hechos.