El multimillonario chino Lin Qi murió envenenado para sorpresa de todos. Según la Lista Hurun, era una de las personas más ricas del país tras acumular una fortuna que superaba los 1.000 millones de euros.
Agentes de la policía están investigando a uno de los allegados de Lin como el principal sospechoso del asesinato.
De hecho, medios locales se adelantaron a las pesquisas policiales y apuntan a que se podría tratar de Xu Yao, uno de los ejecutivos de la división de cine y televisión de Yoozoo.
Al parecer, tras una fuerte discusión, su colega le ofreció una taza de té pu-erh, que le podría haber llevado hasta la muerte.
El pasado 16 de diciembre fue hospitalizado, y empezó a recibir tratamiento. Sin embargo, murió tras estar internado una semana en el centro médico de Shanghai.