El fallecido Jimmy Savile, ex presentador estrella de la cadena británica BBC, abusó durante décadas de unos 500 menores, entre ellos niños de 10 años, revela el diario "The Guardian" sobre el informe policial que será divulgado.
Las fuerzas del orden darán a conocer un informe de la Policía metropolitana de Londres y la Sociedad Nacional para la Protección de los Niños (NSPCC, siglas en inglés), hecho a partir de las declaraciones de numerosas víctimas.
Savile, fallecido en octubre de 2011 a los 84 años, fue un ídolo televisivo entre las pasadas décadas de los sesenta a los noventa, pero las revelaciones sobre sus supuestos abusos salieron a la luz el año pasado y causaron un gran escándalo en el Reino Unido. Según detalles del documento al que "The Guardian" afirma haber tenido acceso, el expresentador fue un pederasta que durante décadas abusó de menores en distintas instituciones, entre ellas hospitales, prisiones y en la misma cadena BBC.
El texto, de 30 folios y titulado "Darle voz a las víctimas", señala que cometió abusos contra 500 menores y que habría violado a treinta. Al parecer, las fuerzas del orden han podido reunir suficientes pruebas para registrar los actos sexuales cometidos en todo el país por una persona que en su día era muy querida y admirada, pero que aprovechaba su fama para conseguir acceso a gente vulnerable.
El abogado Trevor Sterling, que representa a 45 víctimas de Savile, dijo que las personas afectadas "han pasado por momentos muy difíciles porque todo esto ha salido a la luz". El informe, que será presentado a las 09:30 GMT por el detective David Gray, admitirá que la Policía y otros organismos, como los servicios sanitarios, no actuaron como debían ante la situación por la que atravesaron las víctimas, agrega el diario. Entre otras cosas, el documento identificará a siete personas que llegaron a denunciar los abusos sexuales a la Policía cuando el presentador estaba vivo, pero éste nunca llegó a ser procesado.
El caso Savile estalló el pasado octubre, cuando el canal rival ITV difundió un reportaje en el que varias víctimas del presentador denunciaban haber sufrido abusos. Durante semanas, el caso acaparó los medios británicos y causó también un gran escándalo en la BBC por no haber advertido los delitos cometidos durante años.