Amarre fantástico. En la pupila de los hinchas peruanos quedarán grabados los penales no cobrados a favor de Perú y la impotencia de ver estrellar cuatro disparos en el pórtico del arquero chileno Claudio Bravo. Muchos se habrán agarrado la cabeza, maldecido y seguramente hablaron de mala suerte. Pero si usted es de los que creen en brujerías y magia negra, quizá pueda encontrar la respuesta en el hecho de que algunos miembros de la delegación nacional encontraron un muñeco, presuntamente de vudú, detrás de uno de los arcos del estadio “Monumental” y que estaba oculto detrás los letreros de publicidad.
Según se supo, lucía con los colores de la selección nacional. Los utileros se encargaron de botarlo, pero antes tomaron una fotografía para dar a conocer el extraño incidente. Después de los cuatro palos de la noche del martes, quizá habría que empezar a tomar nuestras precauciones.