Estaba buscado por las autoridades brasileñas por unos hechos ocurridos en julio de 2017, cuando formaba parte de una organización dedicada al tráfico de cocaína en Brasil, y disparó en varias ocasiones con un arma de fuego a un hombre. Había cambiado la disposición de sus apellidos, utilizando el orden establecido en España en vez del de Brasil.
Las investigaciones se iniciaron el día 22 de mayo cuando se tuvo conocimiento de la posible presencia en España de un fugitivo buscado por las autoridades brasileñas, acusado de asesinato. El hombre habría cambiado la disposición de sus apellidos, utilizando el orden establecido en España, en vez de la forma brasileña, para evitar ser descubierto por las autoridades nacionales o internacionales. Con esa identidad había comenzado a regularizar su situación administrativa ante las autoridades españolas.
Realizadas gestiones de cooperación internacional se determinó que efectivamente podía estar residiendo en España, en concreto en Galicia. Por ello, los agentes se desplazaron a dicha Comunidad Autónoma, donde el hombre había dejado rastro de haber residido en diferentes provincias. Finalmente, los investigadores consiguieron localizar un domicilio en La Coruña en el que el fugitivo podría estar viviendo, aunque sin figurarle ningún tipo de inscripción oficial. En dicho lugar se estableció un dispositivo de vigilancia que terminó con la detención de esta persona cuando se introducía en el interior del portal de la vivienda. En el momento del arresto el fugitivo mostró una fuerte oposición a la detención.
El detenido comenzó su actividad delictiva en su localidad natal de Campo Largo (Brasil) cuando se dedicaba al cultivo y venta de marihuana. Posteriormente se integró en una organización criminal dedicada al tráfico de cocaína. En el mes de julio de 2017, y ejerciendo como sicario de dicho grupo delictivo, el fugitivo causó la muerte por encargo de una persona tras dispararle en varias ocasiones con un arma de fuego, motivo por el cual tuvo que abandonar su localidad natal y se refugió con varios familiares en la localidad de Manchester (Reino Unido).Tras dicho homicidio se activó la correspondiente Orden Internacional de Detención, por la que la Corte Penal de Campo Largo solicitó su detención, siendo condenado a una pena máxima de prisión de 30 años.