El alto tribunal estima el recurso de revisión contra sentencia firme planteado por dicha persona, que se basaba en nuevos elementos de prueba como unos informes periciales sobre el semen encontrado en una prenda íntima de la mujer agredida, y que no se corresponde con los marcadores del recurrente.
Dichos informes, según exponía el acusado en su recurso, se realizaron en 1992 por la Policía Científica de Barcelona, pero nunca llegaron a conocimiento del Tribunal, pese a ser una prueba admitida que formaba parte del procedimiento, dado que los peritos no acudieron a declarar en la vista oral y el tribunal no suspendió el juicio para su citación.
El Supremo ha avanzado hoy el fallo a las partes, y en los próximos días hará pública la sentencia íntegra.