La investigación se inició cuando se detectó, gracias a las autoridades argentinas, que un fugitivo reclamado internacionalmente por un delito sexual grave contra menores, podría encontrarse en nuestro país. Tras varias pesquisas, los agentes averiguaron que el fugado internacional podría estar viviendo junto a su pareja en una localidad malagueña.
Una vez que los investigadores localizaron el domicilio del arrestado articularon un dispositivo de vigilancia en torno al mismo. Los agentes observaron que el arrestado no salía apenas de su domicilio, tan solo pudo ser detectado en un patio interior de la vivienda, lo cual ayudaba a su ocultación y dificultaba su detención. Los policías aprovecharon una salida a las inmediaciones de su domicilio para llevar a cabo su detención.