Miércoles 22 de octubre de 2014
¡Mi guagua, mi hijo, me lo han degollado!, repetía una y otra vez, en medio de un mar de lágrimas, Haydé Paco Vilcahuamán (28), una madre a la que le arrebataron su hijo de tan solo 4 años, muerto por su propio padre, que lo degolló con un cuchillo.
Fue imposible no conmoverse con el dolor de la mamá del pequeño Fernando R.T. (4), quien abrazaba las prendas de vestir del niño, que nunca más volverá a sonreírle.
El padre, aquel hombre que decía dar la vida por su hijo, fue identificado como Lolo Romero Vera (33), un amante de las corridas de toros y policía de la Municipalidad Provincial, quien en completo estado de ebriedad mató a su pequeño con un cuchillo dentado de 20 cm.
Los hechos ocurrieron ayer en horas de la madrugada en la calle Amazonas N° 203 en el sector de Leones del Sur, en el distrito de ASA, lugar donde la pareja vivía como inquilina.
Todo habría empezado el pasado sábado en horas de la noche, cuando la pareja decidió asistir a un concierto vernacular en un local de la avenida Parra.
Para ello, la hermana de Haydé Paco Vilcahuamán, Yola, se ofreció para cuidar al pequeño Fernando durante la ausencia de sus padres.
Todo parecía andar bien en el concierto, pero en un pequeño instante se desató una pelea entre la pareja, que terminó en la Comisaría de Palacio Viejo.
Existen dos versiones sobre el inicio del pleito, Haydé dijo que Lolo Romero la golpeó por conversar con una amiga, quien al parecer le reveló que este le había sido infiel durante más de un año.
La versión del cobarde policía municipal es que vio a Haydé besándose con otro hombre.
Luego de la trifulca en el local, ambos deciden regresar a su vivienda a bordo de un taxi, pero Haydé se lanzó del vehículo para pedir auxilio a unos policías, los mismos que trasladaron a la pareja, hacía la Comisaría de Palacio Viejo.
Ya en la madrugada de ayer, extrañamente, la policía de Palacio Viejo habría decidido que Lolo Romero se vaya a su casa, pero retuvieron a la señora Haydé para algunos interrogatorios.
El asesino volvió a su vivienda y le dijo a Yola (hermana de Haydé), que podía retirarse, que él cuidaría al menor, a pesar de que se encontraba aún borracho.
Lolo Romero, ofuscado y furioso, habría tomado una botella de vino antes de asesinar a su hijo, incluso trancó la puerta con una cocina para que nadie pueda entrar.
Nadie sabe qué estaría pasando por la cabeza de este cobarde, para decidir matar a su hijo. Lolo Romero tomó un cuchillo que había en su mesa y de lado a lado degolló al pequeño, quien en un intento por aferrarse a la vida se defendió, pero su pocas fuerzas solo marcaron con arañones los brazos del matador.
Un grito ensordecedor alertó a Yola Paco, la tía del pequeño Fernando, quien pensó que su sobrino era golpeado por su padre; desesperada tocó la puerta de su cuarto y cuando logró ingresar, el panorama que halló parecía sacado de una sangrienta película de terror.
Fernandito yacía en su cama, ensangrentado, y su padre, llorando, con el mismo cuchillo había intentado suicidarse haciéndose 3 cortes a la altura de la yugular.
Los gritos llamaron la atención de la dueña del inmueble, quien llamó a la policía. Un patrullero de la comisaría de Alto Selva Alegre dio auxilio al mal padre y lo llevó de emergencia al hospital Goyeneche.
Mientras tanto, la mamá de Fernando desconocía lo que pasaba, y recién se enteró de la tragedia cuando fue a dormir a la casa de su hermana, aproximadamente a las 4 h de ayer. Un primo le dio la mala noticia.
Al inmueble llegó un grupo de peritos de Criminalística, así como de la división de homicidios del Depincri, quienes realizaron las primeras pesquisas de este horrendo parricidio.
En el lugar encontraron unas cartas, que al parecer habrían provocado que Lolo enfurezca aún más.
En presencia del fiscal Relly Callata se ordenó el levantamiento del cadáver para ser llevado a la Morgue Central.
De acuerdo con la necropsia, el menor no solo habría sido degollado, sino que previamente, el cobarde criminal, lo habría golpeado, ya que se encontraron algunos hematomas en el cuerpo.
Sin embargo, según varios familiares de la víctima, señalaron que a pesar de que la pareja tenía varios conflictos, el policía municipal jamás golpeó a su hijo.
Pero Haydé fue constantemente maltratada por Lolo Romero, un sujeto que ya tendría una denuncia por violencia en la comisaría de Miraflores en el año 2006, por presunta agresión a su expareja.
Lolo Romero yacía en una camilla del hospital Goyeneche, los cortes que tenía en el cuello no eran de gravedad y sumido en un cuadro de dolor, lloraba constantemente por lo que había hecho.
Cobardemente, en su declaración negó todos los cargos y dijo que la madre del pequeño lo golpeó con un fierro ayer en la madrugada, y al despertar vio a su hijo muerto.
Ayer en la tarde se retiró el cuerpo del pequeño Fernando de la Morgue Central para ser velado en un local de la Av. Las Torres en Alto Selva Alegre.
Haydé no podía contener la tristeza de perder a su niño, mencionaba que este año iba a bautizar al pequeño Fernando, el sol de su vida, su único hijo.
Entre lágrimas y pedidos de justicia, los familiares exigieron cadena perpetua para el monstruo que mató a un angelito.
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