Un hombre ha sido condenado a siete años y medio de prisión por intentar quemar a una persona que dormía en la calle bajo cartones. La Audiencia Provincial de Madrid dictó la sentencia tras considerar que el agresor, Juan Ignacio A. A., actuó con dolo directo al prender fuego a la manta de la víctima. Los hechos ocurrieron el 18 de febrero de 2023, cuando un testigo logró sofocar las llamas y alertar a la policía, lo que evitó una tragedia. La resolución aún no es firme y se puede presentar recurso de apelación.
La Sección 29 de la Audiencia Provincial de Madrid ha dictado una condena de siete años, seis meses y un día de prisión a Juan Ignacio A. A., quien fue hallado culpable de un delito de asesinato en grado de tentativa. Este fallo se deriva del intento de quemar a un hombre que se encontraba durmiendo en plena calle, cubierto con cartones y mantas.
Los hechos ocurrieron el 18 de febrero de 2023, alrededor de las 22:30 horas, en la calle Doctor Mariani, donde Emilio Javier M. V. dormía bajo una manta. En ese momento, el condenado, con la intención clara de acabar con su vida, prendió fuego a la manta utilizando dos mecheros.
Afortunadamente, un testigo identificado como Santiago G. P. presenció la escena y actuó rápidamente. Al ver el fuego, se acercó a la víctima y comenzó a pisar la manta para apagar las llamas, logrando así despertarlo. Luego se dirigió al agresor preguntándole: “¿Quieres matarle?”, a lo que Juan Ignacio respondió: “Él se lo ha buscado”. Sin perderlo de vista, Santiago siguió al atacante mientras llamaba a la Policía.
Cuando los agentes llegaron al lugar, el testigo les relató lo sucedido y señaló al agresor como el responsable del ataque, lo que llevó a su inmediata detención.
Los magistrados explicaron en los fundamentos de su sentencia que las acciones del acusado constituyen un delito de asesinato en grado de tentativa. Argumentaron que “cuando una persona ataca a otra en esta forma (…) acepta la posibilidad de causarle la muerte”. En este caso específico, el tribunal concluyó que el agresor era indiferente ante la posibilidad de matar a su víctima y continuó con su ataque asumiendo las consecuencias.
Además, los jueces destacaron que Juan Ignacio A. A. no tenía sus capacidades volitivas o intelectivas gravemente afectadas en el momento del ataque y que su consumo de heroína no justificaba su conducta violenta.
A pesar de que la víctima logró sobrevivir gracias a la intervención rápida del testigo, el tribunal subrayó que esto ocurrió por razones ajenas a la voluntad del autor. En este sentido, calificaron como “digna de encomio” la actuación de Santiago G. P., tanto por ayudar a sofocar el incendio como por perseguir e identificar al agresor ante las autoridades.
La sentencia aún no es firme y puede ser objeto de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Juan Ignacio A. A. fue condenado por un delito de asesinato en grado de tentativa al intentar quemar a una persona que dormía en la calle.
La Audiencia Provincial de Madrid condenó a Juan Ignacio A. A. a siete años, seis meses y un día de prisión.
Ese día, Juan Ignacio A. A. intentó prender fuego a la manta que cubría a Emilio Javier M. V., quien se encontraba durmiendo en la calle, con el objetivo de acabar con su vida.
Un testigo, Santiago G. P., vio lo que sucedía y logró sofocar el fuego pisando la manta y despertando a la víctima, además de llamar a la policía y seguir al agresor hasta su detención.
Los magistrados argumentaron que Juan Ignacio A. A. actuó con dolo directo respecto del incendio y mínimo dolo eventual en la tentativa de asesinato, ya que no le importaba si causaba la muerte de la víctima.
No, esta resolución aún no ha alcanzado firmeza y se puede interponer un recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.