El hecho de que Brasil sea uno de los países con la tasa de criminalidad más elevada del mundo obliga al Gobierno a invertir una enorme cantidad de recursos para evitar situaciones violentas.
La pasada edición del Mundial se organizó por primera vez en África, continente turbulento por definición, pero no se produjeron casos alarmantes contra la seguridad, más allá de los robos y hurtos que acompañan a cualquier aglomeración de personas a gran escala. La cita en Sudáfrica puede servir de precedente para Brasil, que tiene la obligación de ofrecer su mejor imagen durante el mes que durará el torneo.
Según los últimos datos recogidos por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Brasil cuenta con un índice de 25,2 homicidios por cada 100.000 habitantes, lo que le sitúa en el puesto 18 del ranking mundial de criminalidad (siete puestos por debajo de Sudáfrica). Por ello, el Gobierno ha invertido casi 400 millones de euros en seguridad pública y otros 235 millones en defensa, según los datos oficiales.
Un total de 57.000 soldados se unirán a los 100.000 policías (entre federales, estatales y locales) para salvaguardar la seguridad del ciudadano. El objetivo es que haya un policía por cada 50 espectadores dentro de los estadios, y que este torneo sea simplemente una de las mayores apuestas de fútbol a nivel Mundial. Además, habrá un policía por cada 80 personas en los lugares de concentración pública para ver los encuentros.
Además de los soldados y los policías, Brasil contará con 30 robots que ya probó el año pasado en la Copa Confederaciones y que el Gobierno adquirió también con vistas a los Juegos Olímpicos que se disputarán en el país dentro de dos años. Se trata de unos pequeños vehículos terrestres no tripulados para proporcionar labores de vigilancia, de eliminación de bombas y otras misiones de las fuerzas del orden. Por otra parte, el Ejército del Aire adquirió dos nuevos drones (aviones no tripulados) creados por Israel.
A un nivel más de calle, para evitar problemas entre los turistas y los delincuentes locales, tanto el Gobierno como las diferentes embajadas han ofrecido una serie de recomendaciones. Aparte de evitar zonas conflictivas como las favelas y todos aquellos barrios alejados del circuito turístico, se recomienda que la gente no porte nada de valor a la vista. En caso de que se produzca un asalto, la mejor opción es no oponer resistencia, para evitar de esa forma que el atacante emplee el uso de la violencia. Incluso se aconseja no atender a ningún transeúnte cuando se viaja en coche ni bajar las ventanillas, aunque la apariencia sea inocente. De momento, varios periodistas y fotógrafos ya han sido víctimas de robos en los días preliminares.
Durante un mes todo el planeta va a estar mirando las apuestas en Brasil 2014 como las de betfair, así como a las 12 ciudades en las que están distribuidos los estadios que albergarán un total de 64 partidos. Cada una de las sedes contará con su particular centro de control, aparte de otros tres centros que se han situado en algunos de los lugares de concentración de las selecciones.