El óxido nitroso está cada vez más de moda en Estados Unidos entre las parturientas que se enfrentan, sobre todo, a su primer parto.
A pesar de que su uso habitual se desarrolla en la consulta de los dentistas, cada vez un número mayor de especialistas lo utilizan en su campo, debido a la flexibilidad de su administración y al abaratamiento de los costes que supone su uso.
Un total de 19 hospitales y 14 centros médicos en el continente americano llevan a cabo este método por el que la madre elimina el gas segundos después de inhalar el aire concentrado en la habitación, lo que permite una recuperación más corta y efectiva que la de la epidural.
Al contrario que este método, el "gas de la risa" mantiene a la madre plenamente consciente y no se enfrenta a los efectos a largo plazo derivados de la epidural.
Un poco de historia
El óxido nitroso fue descubierto en 1771, aunque comenzó a usarse un siglo después como analgésico para atenuar el dolor de las parturientas durante el alumbramiento. Incluso a principios del siglo pasado se inventó un formato por el que las mujeres podían administrárselo por ellas mismas.
En la actualidad, es antes de cada contracción cuando se inhala el gas mediante una máscara. En menos de un minuto el dolor desaparece, aunque poco después de respirar por este medio, si no se vuelve a inhalar de nuevo, se pierden los efectos.
Ya en el año 2011 más de un 50% de las mujeres de Finlandia, Canadá o Australia lo utilizaron en sus partos, mientras que en Estados Unidos sólo representaba el 1%.