El alce, un macho de unos tres años, ya había sido avistado unos días antes por la zona.
Ante el acoso de la policía y de muchos ciudadanos curiosos, asustado se refugió atravesando la puerta de uno de los edificios, en cuya entrada ha permanecido atrapado durante cuatro horas.
Tras numerosos intentos para hacerle salir al exterior, el personal del zoológico local finalmente ha tenido que dispararle cuatro dardos con narcóticos para dormirle y así acabar con el espectáculo.