Cinco policías y cinco civiles fueron detenidos ayer en un operativo que incluyó 16 allanamientos bajo la acusación de pertenecer a una asociación ilícita.
El pasado mayo asaltaron el banco Credicoop de General Lagos tras acusar a la comisaría de esa ciudad, de cometer "robos y de cobrar por protección" entre otros delitos no precisados. Un sexto policía, en tanto, fue apresado por retener de manera "irregular" a una niña de 13 años en condiciones de encierro en la subcomisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez, lo que se detectó de madrugada cuando la dependencia fue asaltada.
Extraoficialmente trascendió que la banda liderada por personal policial utilizaba a presos a los que dejaba salir de las celdas para cometer robos. En los procedimientos, dijeron las fuentes, fueron secuestrados coches, drogas, dinero en efectivo, armas de fuego y documentación. Entre los uniformados ahora detenidos figuran el comisario Maximiliano Maldonado, titular de la sub 26ª de Villa Gobernador Gálvez; y su secretario, el suboficial Carlos Morgan.
El procedimiento fue concretado por personal de la Policía de Investigaciones (PDI) provincial, la Dirección de Asuntos Internos de la fuerza, efectivos de Gendarmería Nacional y la Policía Federal, con la intervención del fiscal federal Mario Gambacorta por el hallazgo de casi un kilo de cocaína en el domicilio de uno de los efectivos que quedó implicado en esa causa por infracción de la ley de drogas junto a otro agente.
Después del robo. La pesquisa fue encabezada por la fiscal de Investigación y Juicio Viviana O'Connell. "Fue una investigación muy larga, de casi seis meses. Comenzó después del copamiento a la subcomisaría 13ª de General Lagos y el robo al banco Credicoop de esa localidad, aunque las derivaciones fueron mucho más amplias de lo que suponíamos", dijo en una íntima rueda de prensa.
O'Connell precisó que la investigación fue "un largo camino, con mucho entrecruzamiento de datos, escuchas telefónicas, seguimientos y testimonios", aunque eludió dar detalles "hasta que se realice el juicio contra el grupo delictivo", para lo que solicitó una prórroga de 48 a 96 horas por la complejidad del caso, por lo que se estima que la vista se realizará el lunes próximo.
Si bien no detalló qué delitos o hechos concretos se imputará al grupo, en principio se sabe que se le acusará de pertenencia a una "asociación ilícita para cometer delitos varios". La investigación desembocó en 16 allanamientos realizados con la colaboración de los fiscales Karina Bartocci (responsable de la Fiscalía de Violencia Institucional), Miguel Moreno (Homicidios), Gisela Paolicelli (Investigación y juicio), Verónica Caini (NN), Rodrigo Urriticoechea y Angeles Granato (ambos de Flagrancia).
Además de Maldonado y Morgan, los otros policías detenidos trabajaban en las subcomisarías 15ª de Pueblo Esther y 13ª de General Lagos, entre ellos el sargento Ricardo M., quien custodiaba el banco Credicoop de esta última localidad cuando se produjo el robo del 12 de mayo pasado. Su declaración en aquel momento no había resultado convincente y fue uno de los elementos que orientó la pesquisa. Ya contaba con un sumario administrativo por su actuación durante el robo y lo habían pasado a disponibilidad. En escuchas telefónicas posteriores se detectaron actividades sospechosas de narcotráfico y en el allanamiento a su casa se encontraron drogas, indicó un funcionario.
El jefe de Inteligencia de la PDI, comisario mayor Daniel Corbellini, resaltó que ésta "es una investigación cuya génesis nació en la policía, participó la policía e investigó la policía", e indicó que en la audiencia quedará en evidencia "cómo rechazan estas cuestiones los mismos policías", en alusión a la colaboración que brindaron hombres de la fuerza con la pesquisa que implicaba a colegas y la denuncia original que permitió descubrir lo que pasaba puertas para adentro de la sub 26ª.
La colaboración entre las distintas fuerzas fue un aspecto que también remarcó Ignacio Del Vecchio, titular de la Secretaría de Control de las Fuerzas de Seguridad, quien con otros cuatro funcionarios del área participó desde la madrugada en los allanamientos a la seccional de Villa Gobernador Gálvez (donde se encontraron "celulares, picanas y destornilladores dentro de las celdas") y al Comando Radioeléctrico de esa localidad. Allí no se produjeron detenciones, pero se secuestró documentación importante para la pesquisa. Del Vecchio señaló que "tras las detenciones se produjo el pase a disponibilidad de los efectivos implicados".
Llamativo. Uno de los datos más sorprendentes de los procedimientos fue que en la sub 26ª se encontró a una niña de 13 años secuestrada, sin ninguna documentación que acredite su presencia allí y sin ningún registro en los libros de la seccional. Ante ello la fiscal Karina Bartocci convocó a la madre, pero la joven se resistió a volver a su casa y se pasó el caso a la Secretaría de la Niñez de la provincia.
El golpe. El robo al banco Credicoop de General Lagos, a 20 kilómetros de Rosario, ocurrió el 12 del pasado mayo cuando seis delincuentes coparon la subcomisaría 13ª, a cinco manzanas del banco de San Martín al 600. A esa hora debía haber allí tres policías, pero sólo estaba la sargento Claudia A. ya que uno de sus compañeros se había retirado una hora antes "para no perder el colectivo" y el otro 15 minutos antes.
Los maleantes la ataron de pies y manos con alambres y le robaron la llave de la armería. Entonces sacaron una ametralladora FMK3, dos escopetas calibre 12.70, tres chalecos antibalas y la pistola de la agente. Más tarde engrosarían ese botín con la pistola calibre 9 milímetros del sargento Ricardo M., quien debía hacer adicionales en el Credicoop y fue reducido frente al banco.
Ya en el banco, se enfrentaron al tesorero cuando llegaba y después tuvieron dificultades para moverse, ya que desconocían el funcionamiento interno de la cámara acorazada. Como no pudieron acceder por el sistema de retardo de la cerradura, buscaron el dinero de la línea de caja y huyeron en el coche patrulla con 130 mil pesos. Los siguió un auto de apoyo que nunca pudo ser identificado.
“Es la misma policía la que se sigue autodepurando”
El flamante titular de la Unidad Regional II de policía, comisario Marcelo Villanúa, no esquivó las preguntas de la prensa en relación a la detención del titular de la subcomsaría 26ª y de su secretario, acusados de formar parte de una banda delictiva. “Estamos trabajando para lograr un acercamiento con la ciudadanía y estas cosas nos pueden distanciar un poco. Pero por otro lado, es la misma policía la que se sigue autodepurando”, esgrimió Villanúa.
Según el jefe de la policía rosarina, el relevo del comisario de la sub 26ª ya se conocía entre las filas policiales. “Los sabíamos en profundidad y se actuó en consecuencia. No apañamos ni consentimos a nadie”, prosiguió Villanúa para explicar que las pesquisas surgieron de la Policía de Investigaciones santafesina; y producto de las escuchas y el trabajo investigativo surgió la necesidad de darle parte al fuero federal.
“El mensaje es que donde se detecta un funcionario policial corrupto o involucrado en un hecho delictivo se actúa en consecuencia y se le da la intervención a la Justicia provincial o federal. Y, en consecuencia, se procederá a la remoción de la totalidad del personal y del inspector de zona”, confirmó Villanúa.