María fue declarada culpable por múltiples infanticidios, herejía, blasfemia y la conversión de los cultivos en tierra yerma. También le acusaron de dañar la producción vinícola del pueblo, aparte de tirar a un niño de 5 años en una olla llena de queso hirviendo.
Toldini fue públicamente decapitada y su cuerpo fue quemado en un lugar que ahora está ocupado por el parque público de Bretonico.
Al hombre que intenta limpiar el nombre de la mujer, Quinto Canali, concejal local de Cultura, le está resultando complicado. Para ello, ha creado un juicio real para la supuesta bruja, lo que supone un intento de luchar contra un período brutal de la historia europea y despojarlo de todo espíritu folklórico propio del romanticismo.
Canali asegura que su lucha nació después de presenciar, hace unos años, una "terrible" recreación teatral destinada a turistas que contaba la historia de Toldini, despojando de toda humanidad a la protagonista.
Entre el siglo XV y el XVIII, cerca de 50.000 o 60.000 personas, en su mayoría mujeres, fueron asesinadas en Europa después de haber sido acusadas de brujería. Las condenadas habían sido objeto de torturas para que confesaran o acusaran a otras de utilizar la hechicería.