Todo comenzó con una denuncia en la Comisaría de la Guardia Civil de Almassora (Valencia). En ella se hacía eco de las irregularidades en el pago de una factura.
Una persona denunciaba que envió un correo a un cliente para recibir el ingreso de una factura de 32.900 euros. Al realizar la transferencia el comprador le remitió el confirmante de pago, pero después de varios días el denunciante no recibió dicho dinero.
Dentro de la operación 'Casliber', los agentes se percataron de que el detenido había 'hackeado' el correo electrónico y se había quedado el dinero ingresado, al haber enviado el mensaje con los datos de otra cuenta.
Con todas estas pistas la Guardia Civil se puso tras los pasos de los autores del delito. Y les llevaron hasta Arroyomolinos (Madrid). El detenido es un hombre de 40 años y se le acusa de estafar más de 30.000 euros. También se encuentra en el punto de mira una mujer de 44 años que también pudo formar parte de la estafa.