La calma en la barriada de los Prunos en Sevilla se vio rota con la llegada de los coches patrulla. Un matrimonio era sospechoso de haber matado a su hijo de 18 meses.
Isabel, de 30 años y madre del fallecido junto con Ezequiel, su pareja de 37, son sospechosos de acabar con la vida del hijo de ésta. La noche anterior la pareja acudió al Hospital Virgen del Rocío porque el niño estaba inconsciente. Dejaron a sus tres hijos con una vecina y salieron corriendo al centro médico. Esta mujer aseguraba que no se habían escuchado gritos, y que la angustia se reflejaba en el rostro de la madre.
La sorpresa de los sanitarios llegó al ver que el cuerpo del bebé estaba lleno de hematomas siendo el más grave el del cráneo. Este último le habría causado la muerte. Los médicos avisaron rápidamente a la policía y a los Juzgados de Guardia. Los primeros análisis forenses hablan de que el traumatismo craneoencefálico sería la causa directa del fallecimiento.
Isabel y Ezequiel llevaban dos meses conviviendo, a los hijos de ella se sumaron dos de él. La sorpresa entre los vecinos era evidente, ya que no se pueden creer que hayan sido ellos los culpables. Ya en dependencias policiales tomaron declaración a los detenidos, el caso se lleva con gran secretismo y no se descarta que se haya tratado de un accidente doméstico.