Ricardo A. A. no podía más con el estado de salud de su esposa, María de los Ángeles P. R. El autor confeso de la muerte ha dejado una carta a sus hijos en la que les decía que no aguantaba más la situación y en la que les pedía perdón.
Tras cometer el asesinato, el hombre ha llamado a un hijo y le ha dicho que acababa de hacer "algo muy malo". Los familiares no han tardado en llegar a la vivienda, situada en el número 13 de la madrileña calle de Marqués de Lema, pero era demasiado tarde.
La mujer se encontraba asfixiada encima de la cama, mientras que el hombre se había ahorcado. Rápidamente, los hijos han llamado a los servicios de emergencia, pero los facultativos del Servicio de Urgencias Médicas de la Comunidad de Madrid (Summa) no han podido hacer otra cosa que certificar ambos fallecimientos.
Los familiares han encontrado una carta de despedida en la vivienda, en la que les decía que sentía mucho lo que acababa de hacer, pero que no aguantaba más la situación. También añadía que para estar sufriendo, prefería que murieran los dos y que les enterraran juntos.