Tal y como informan los medios locales, cuando por fin encontró la fuente del llanto, se percató de que era un recién nacido. El bebé, que aún tenía el cordón umbilical, estaba cubierto por hormigas y tierra. El lodo le llegaba a los ojos y genitales. Además, tenía heridas en la espalda.
El hombre que descubrió este macabro suceso dio cuenta a la policía, quien rescató a la pequeña y la trasladaron al Hospital de Floridablanca. Una vez allí, los médicos aseguraron que la niña tenía síntomas de hipotermia, laceraciones en la espalda y un olor fétido muy fuerte. Actualmente, tras la limpieza y los primeros auxilios, sigue siendo atendida en este centro bajo cuidados especiales.
Según el parte médico del hospital, la bebé había nacido tras 38 semanas de gestación y pesó 2.200 gramos. La Policía informó de que se reunieron pañales y elementos de aseo para poder atender a la recién nacida. Ya se ha abierto una investigación para dar con el paradero de la madre.