Osama Bin Laden consiguió permanecer oculto durante una década de ira y resentimiento global. Se le considera autor intelectual de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. Su final llegó 10 años después del atroz atentado, a manos de un comando de élite de Marines en un refugio de las montañas de Pakistán.
Durante este tiempo, no se aburrió. Jugó a Super Mario Bros y a Animal Crossing. Además, vio pelícuas occidentales de temática relacionada, como la saga de Resident Evil o Final Fantasy. Su disco duro almacenaba también series de anime (animación japonesa) como Naruto, Dragon Ball o Bleach.
Todo esto lo sabemos gracias a los más de 470.000 documentos desclasificados por la CIA este pasado 1 de noviembre, aunque todavía no se ha confirmado que Bin Laden fuera quien consumiera estos contenidos. Esto es debido a que contaba con una gran familia (cabe recordar que tenía más de 20 hijos) y que en su refugio vivían más de 20 personas. Sin embargo, el ordenador en el que se encontró todo esto, sí pertenecía a Bin Laden.
Ni que decir tiene que todos estos videojuegos y series eran 'piratas'. De hecho, para poder jugar utilizaba emuladores, programas que imitan la arquitectura y capacidad de una videoconsola u microordenador para reproducir sus juegos. Por ello, se entiende también que el origen de las películas y series sería similar, es decir, que fueran descargadas de Internet fuera del refugio y copiado al disco duro para su posterior entrega.
El ordenador escondía videojuegos del todo curiosos, ya que contaba con multitud de títulos eróticos, con gráficos anticuados de 8 bits: Fantasy 95 o Perestroika Girs son algunos de ellos. Cabe mencionar que, entre los documentos declasificados, también se encuentra un diario de más de 200 páginas en el que Bin Laden reflexiona sobre el papel de Al-Qaeda diez años después de los atentados del 11-S y sus pensamientos sobre las Primaveras Árabes que acabaron con los regímenes de países como Egipto o Libia.