MUNDO INSÓLITO

Su pulsera Fitbit delató al asesino

Viernes 05 de octubre de 2018
Anthony Aiello fue arrestado la semana pasada acusado de haber matado a su hijastra. El crimen podría seguir sin resolverse de no ser por el pequeño aparato electrónico que la víctima llevaba en su muñeca.

El pasado 8 de septiembre, Aiello fue a visitar a Karen Navarra, de 67 años e hijastra suya, a su casa de San José (California). El encuentro no duró mucho, ya que Navarra le acompañó hasta la puerta para despedirle, donde le obsequió con dos rosas por haberle llevado comida a casa. O eso dice él.

Los agentes al cargo de la investigación señalan que la escena del crimen revela lo contrario, y es que Navarra fue hallada sin vida cinco días después por compañeros del trabajo. Tenía lesiones tanto en la cabeza como en el cuello, por lo que todo indicaba que se trataba de un asesinato.

Una Fitbit Alta HR, una pulsera para controlar la actividad física, ha señalado al verdadero culpable del crimen, y es que este pequeño dispositivo cuenta con un medidor de frecuencia cardiaca.

Según los datos ofrecidos por Fitibit a las autoridades, se puede apreciar que su corazón comenzó a latir a un ritmo inusualmente alto cerca de las 15:20 horas del mencionado día 8, bajando de manera rápida poco después y parando completamente sus latidos a las 15:28 horas.

Un sistema de videovigilancia de la zona ha confirmado que esa fue la hora a la que Aiello fue a visitar a su hijastra. Este se habría marchado aproximadamente cinco minutos después de que la Fitbit dejara de recibir la frecuencia cardiaca de la víctima.

Pese a que el asesino reafirmó su versión de los hechos, al quedarse solo en la sala de interrogatorios comenzó a repetir para sí mismo, “estoy acabado”, por lo que si quedaba alguna duda se disipó en ese preciso momento.

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