Miércoles 22 de octubre de 2014
Las autoridades penitenciarias de Florida planean ejecutar el próximo martes al expolicía de origen hispano Manuel Pardo, en el corredor de la muerte desde 1988 por el asesinato confeso de nueve "traficantes de drogas que no tenían derecho a vivir", confirmó una fuente judicial.
Pardo, de 56 años, será ejecutado después de que el Tribunal Supremo rechazara los recursos interpuestos por el preso, quien en su día admitió haber cometido los nueve asesinatos que se le imputaban.
Según argumentó durante su juicio, celebrado en 1988, los asesinados "eran traficantes de drogas que no tenían derecho a vivir", una afirmación contraria a las recomendaciones de sus abogados que ha pesado desde entonces en cualquier posible reconsideración por parte de las distintas instancias judiciales.
El jurado encontró a Pardo culpable de los nueve asesinatos, cometidos en 1986, y recomendó la pena de muerte, una pena que, tras más de dos décadas en el corredor de la muerte, ha sido fijada para aplicarse el próximo 11 de diciembre, según lo ordenado por el gobernador de Florida, Rick Scott.
A medida que se aproxima la fecha, la defensa de Pardo ha presentado sucesivas mociones para tratar de evitar su ejecución, aunque hasta el momento no han prosperado.
La defensa reclama la anulación de la pena con el argumento de que Pardo "no era apto para ser juzgado" y que "no se le había garantizado acceso al registro que involucraba su juicio".
Los tribunales también han rechazado las apelaciones en las que sus abogados pedían "clemencia" para su cliente y sostenían que el uso de la inyección letal y su ejecución tras permanecer preso desde 1988 es "inconstitucional" y un "castigo cruel".
"Ninguna otra audiencia será contemplada por este Tribunal. El mandato deberá ser llevado a cabo de inmediato", señala el Tribunal Supremo en su última decisión sobre este caso, con fecha del 4 de diciembre.
Si finalmente se ejecuta a este veterano condecorado de la Marina de Estados Unidos se convertirá en el preso número 74 que muere por inyección letal en Florida desde 1976, cuando se restableció esta condena en este estado, y en el tercero durante este año.