Tras su visita a España, el responsable de la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, quiso advertir a los medios de comunicación del carácter “restrictivo” que están adoptando los países europeos en sus normativas en materia de refugiados.
"El lenguaje político actual está arruinando" el derecho de asilo, algo que para Grandi es "propio de la cultura europea", y que "forma parte de los valores fundacionales" de la propia Unión Europea. Para el responsable de ACNUR, es totalmente necesario que “Europa mantenga abierta la posibilidad de que los refugiados puedan pedir asilo aquí. Si traicionamos esta posibilidad, habremos traicionado uno de los valores fundamentales de la UE”. Cabe recordar que hay cientos de miles de personas en todo el mundo que se ven obligadas a salir de sus casas y de sus lugares de origen por pura supervivencia. Algo que muchas veces nos parece lejano, pero que podría pasarnos a cualquiera en cualquier momento.
Países como Austria, Bulgaria, Estados Unido, Hungría o Israel pretenden abandonar el Pacto Mundial de la ONU para la Migración, algo que preocupa sobremanera a Grandi: “Retirarse no es una buena elección […], gestionar mejor es gestionar a través de la cooperación internacional, no en solitario”.
Y es por ello que el representante del organismo internacional ha recordado que “con 68 millones de personas que abandonan sus países y sus hogares, se necesita más asilo, más solidaridad”, concluyó.
Los españoles entre los más solidarios
El pasado lunes 26 de noviembre, el Comité español de ACNUR cumplía 25 años. Sin embargo, su origen a nivel internacional es anterior. En 1950, dos años después de que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptara la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), se creó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. De hecho, se estableció que dicha agencia de la ONU tendría tres años para ayudar a los millones de europeos que habían huido o perdido sus hogares durante la Segunda Guerra Mundial, y luego sería disuelta.
ACNUR sigue en funcionamiento y cada vez se hace más y más necesario: el número de personas desplazadas en el mundo sobrepasa los 68 millones y, de ese total, 25 millones son refugiados que han cruzado una frontera internacional, mientras que 40 millones se encuentran desplazados dentro de su propio país.
En la actualidad, la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados cuenta con más de medio millón de socios en España “y se ha convertido en el primer donante privado de ACNUR a nivel internacional”. El propio Grandi ha agradecido la solidaridad de los españoles, “que ha ido en aumento en los últimos años”.
Desde el estallido de la crisis de los refugiados, “los españoles se han solidarizado con las emergencias de países como Siria y su población civil, haciendo posible enviar ayuda humanitaria a millones de personas, y situándose solo por detrás de algunos gobiernos”, señalan desde el organismo.