La Policía Nacional explicaba en un comunicado que el detenido, en compañía de otros dos jóvenes, “obligó a una menor a que lo acompañara hasta un lugar apartado para hablar”, llegando finalmente a “mantener una relación sexual no consentida”.
El presunto agresor sexual de su exnovia no ha podido cerrar ni borrar el contenido de sus redes sociales. Entre los polémicos mensajes que publicaba, llenos de fotografías suyas y selfis, el detenido alardeaba de su maldad: "Brindo por lo malo que he hecho, de lo bueno nadie se acuerda" o "soy tan hijo de puta que hasta el diablo me pide consejo".
Sus perfiles se han llenado de insultos hacia el detenido mientras la investigación policial se mantiene abierta con el fin de “determinar el grado de responsabilidad penal de los acompañantes del detenido”.