Miércoles 22 de octubre de 2014
Una historia de asesinatos familiares terminó el lunes cuando Narcy Novack, esposa del heredero del hotel Fontainebleau, Ben Novack Jr., fue sentenciada a cadena perpetua.
Tres años después que ella y su hermano, Cristóbal Véliz, planearan y ayudaran a ejecutar a Ben Novack y a la madre de éste, Bernice, los asesinos convictos, que se mantuvieron leales el uno hacia el otro a todo lo largo del juicio, dejaron en claro que sus lazos familiares no se extenderían a la prisión. Cristóbal también fue sentenciado el lunes a cadena perpetua.
Cada uno culpó al otro de organizar los asesinatos, y sus abogados les pidieron por separado al juez por clemencia, al alegar que eran menos culpables porque el otro hermano era el que manejaba los hilos.
Pero el juez de distrito federal Kenneth M. Karas no se dejó inflenciar, al calificar a los crímenes de “viles”. La ex bailarina nudista de Hialeah, de 56 años, no asistió a la sentencia, algo que Karas calificó de “un acto final de cobardía”, de acuerdo con los que estuvieron presentes en la corte.
Novack, quien ordenó a los sicarios que le sacaran los ojos a su esposo, ahora verá poco más que el interior de una prisión federal. Ella pasará el resto de sus días en un mono amarillo y tenis, y dormirá en un catre de la prisión. Conocida como una persona a la que le gustaba despertarse tarde, Novack se verá obligada ahora a levantarse todos los días al amanecer para hacer tareas como limpiar los pisos o pelar papas.
Su nueva vida estará lejos de sus días en el jet set, en que bebía champaña y tenía criados para que le cocinaran y le limpiaran.
Con su condena, Narcy Novack pierde todos los derechos al botín que esperaba reclamar después de los asesinatos. Aunque ella estaba designada como la única beneficiaria de una fortuna estimada en $10 millones, bajo el Estatuto de Asesinos de la Florida ahora pierde todos los derechos a su fortuna y Karas también ordenó que se confiscaran todos sus bienes personales.
Novack y su hermano, ambos nativos de Ecuador, fueron encontrados culpables en junio de planear el asesinato del 12 de julio del 2009 de su esposo de 53 años de edad, hijo del fallecido Ben Novack Sr., quien construyó el hotel Fontainebleau en Miami Beach. Narcy Novack creyó que su esposo la iba a dejar por otra mujer, por lo que quedaría con sólo una parte de su fortuna.
Bajo el testamento de Ben Novack Jr., su madre, si hubiera vivido, hubiera sido nombrada como encargada de la fortuna y recibiría $200,000 en efectivo más $2,500 mensuales. Aunque Narcy Novack recibiría el balance de la propiedad de su esposo y dinero, como encargada, Bernice Novack, de 86 años, habría ejercido un gran control y es probable que le hubiera hecho la vida difícil a su nuera, a quien acusó en una ocasión de tratar de envenenarla.
Howard Tanner, el abogado de Novack, alegó que su clienta debería ser sentenciada a 27 años, en vez de cadena perpetua, al alegar que su hermano planeó el asesinato de su suegra. Como hizo durante el juicio, Véliz alegó que la hija de Narcy, May Abad, planeó las muertes, una acusación que los fiscales desecharon hace años.
Al sentenciar a los hermanos, Karas habló sobre una carta que recibió de Doug Reynolds, uno de los vecinos de Bernice Novack. Reynolds destacó que si Novack recibía 27 años, como sugirió su abogado, ella vería la libertad cuando estuviera a mediados de sus 80, una edad semejante a la que Bernice Novack tenía cuando ella le quitó la vida. Karas agregó que sería una injusticia si los asesinos de Bernice Novack fueran capaces de vivir su vida en libertad cuando Bernice no pudo hacerlo.
“Creo que la mejor parte de todo es que Bernice obtuvo justicia”, dijo el detective Terence Wilson, el principal investigador.
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