En esta ocasión hablamos de Ingrid Arizaga Valdivia, de 38 años de edad, víctima de su ex marido, del que se acababa de separar, en concreto, el pasado mes de diciembre.
El hombre, que fue detenido nada más perpetrar el crimen, es guardia de seguridad y, tal y como indican los medios locales, admitió que había robado el arma de su puesto de trabajo.
Así tuvo lugar el crimen
Sandro Villegas, de 45 años, acudió al mercado de Callao (Perú), como muchas otras veces. En él trabajaba su ex mujer, con la que comparte cuatro hijos, y de la que se había separado hace sólo unas semanas.
Los testigos señalan que el hombre sacó el arma, a plena luz del día y con el rostro descubierto, y efectuó tres disparos sobre el cuerpo de su víctima.
No le importó la seguridad del mercado, ni la gente que se agolpaba como un día cualquiera en el mercado. Ni siquiera las cámaras de seguridad, que grabaron el momento en concreto y cómo los testigos huían despavoridos para resguardarse.
Arizaga es la quinta víctima mortal de violencia de género en lo que va de año en el país y, como dato curioso, el detenido trabajaba como guardia de seguridad de una empresa que, además, presta sus servicios al Ministerio de la Mujer.