Una joven argentina de 19 años murió el pasado miércoles después de consumir una pastilla de éxtasis en un concierto en Palma de Mallorca.
Milagros Alanís Moyano sufrió un shock y fue hospitalizada en Son Espases, donde pasó dos días ingresada. Al empeorar su estado, la evacuaron a Barcelona, pero al día siguiente murió.
Hacía solo siete meses que la argentina llegaba a Mallorca junto a su hermana melliza, donde residían su abuela y algunos familiares. La joven trabajaba como socorrista en una piscina del Arenal.
"Fue una locura de juventud lo que hizo, no es que consumiera habitualmente. Ella no tenía antecedentes por drogas. Lo que pasa es que empezó a hacer malas amistades que la llevaron por el mal camino", ha apuntado su hermano Lautaro, que señaló que era además muy deportista: "Le encantaba el hockey y practicaba natación".
El pasado domingo asistía al Origen Festival: "Creemos que el éxtasis lo compró fuera. Era una pastilla con una calavera", añade Lautaro. Una hora después, en pleno concierto, la chica empezó a encontrarse mal, y la atendieron los servicios sanitarios.
El examen preliminar de la autopsia dice que sufrió una hipertermia y llegó a los 43 grados de fiebre: "Hay presencia de éxtasis en su cuerpo, lo que le provocó gravísimos problemas hepáticos".
Su familia, devastada, pide justicia: "Queremos que se sepa todo lo que ha ocurrido. Alguien le vendió una droga adulterada, que, al parecer, tenía matarratas. Es terrible", contó un conocido.
Paulo Moyano, el padre de la joven fallecida, ha mostrado en Facebook su dolor por la muerte de Milagros: "Mi vida se rompió, no encuentro explicación, no encuentro consuelo, qué injusticia, era tan feliz, una travesura de adolescente se me la llevó".