El robo del Casino Stardust Heist
Miles de personas intentan robar dinero de los casinos casi a diario en todo el mundo, pero la mayoría de estas personas son atrapadas. Sin embargo, las tramas más sencillas son las que más éxitos tienen y si no que se lo pregunten a Bill Brennan, quien, sin necesidad de armas ni recurrir a la violencia, logró robar 500.000 dólares del Casino Stardust en Las Vegas. Brennan, natural de Pennsylvania, Estados Unidos, trabajaba como cajero en una oficina de apuestas deportivas del conocido Hotel y Casino Stardust de la Ciudad del Pecado desde el año 1988. Un trabajador normal y corriente que había solicitado un ascenso al puesto de supervisor, pero el gerente del establecimiento de juego había rechazado su petición, debido a que consideraba que no tenía la experiencia suficiente para asumir ese tipo de responsabilidad.
A día de hoy, las autoridades aún no han descubierto exactamente qué le sucedió a Brennan para cometer este robo, aunque muchos apuntan a ese rechazo en su ascenso como la principal motivación. Lo que sí sabemos es que la mañana del 22 de septiembre de 1992, este trabajador terminó su turno en el Casino Stardust y salió del establecimiento de juego con una bolsa con 500.000 dólares en efectivo y fichas de juego del casino. Brennan investigó los fallos en el sistema de seguridad del casino, que no contaba con las mismas medidas de seguridad que se utilizan hoy en día. Debido a estas circunstancias, la policía de Las Vegas tardó varias horas en descubrir que fue Bill Brennan quien robó el dinero, tiempo suficiente que el ladrón aprovechó para recoger las cosas de su apartamento y marcharse sin dejar huella.
Un atraco por amor
Se suele decir que no se debe mezclar el amor con los negocios. Sin embargo, hay personas como Heather Catherine Tallchief que prefieren arriesgarse para mantener viva una historia de amor. Esta mujer de apenas 21 años, que era conductora de vehículos blindados que suministraban efectivo a los casinos, decidió cometer un robo al Casino Circus Circus de Las Vegas junto con su pareja, Roberto Solís, un conocido ladrón, asesino y poeta que era 22 años mayor que ella. El 1 de octubre de 1993, Heather salió del depósito de vehículos blindados con más de 6 millones de dólares. Cuando llegó a la parte trasera del establecimiento de juego, le quedaban 4,5 millones. Steve Marshall y Scott Stewart, los guardias que viajaban siempre con ella en el camión blindado, debían entregar 400.000 dólares en cinco cajeros automáticos dentro del casino, lo que le daba un margen de unos 45 minutos.
Tras parar en el Circus Circus, Heather decidió seguir adelante con el vehículo blindado y los 2,5 millones de su interior, dejando atrás a los otros dos guardias. Esto es algo que es casi imposible de realizar en la actualidad, especialmente porque la mayoría de los establecimientos de juego han dado paso a los casinos online, como el casino online de 888. Posteriormente, recogió a su pareja y usando una identificación de enfermera falsa, ayudó a Roberto Solís a llegar hasta el aeropuerto de Las Vegas, donde cogieron un avión privado que habían alquilado previamente en dirección a Denver. Sin embargo, Heather se entregó en el año 2005, tras pasar la mayor parte del tiempo en Europa trabajando en un hotel, ya que Solís se fugó con todo el botín el día en el que supo que iba a ser padre.
Un robo sin final feliz
Los hechos ocurridos en el Casino Stardust Heist y el Casino Circus Circus son excepcionales, ya que en la mayoría de los casos este tipo de robos no suelen tener un final feliz. Un ejemplo muy significativo lo encontramos en el robo que cometió Anthony Carleo en el casino más famoso del mundo, el Casino Bellagio de Las Vegas. En diciembre de 2010, con 29 años, este estudiante de la Universidad de Nevada, aparcó su Suzuki negra en la entrada del establecimiento de juego, saludó al vigilante de seguridad y fue directo a la mesa de los dados con el casco de la moto puesto. Una vez en la mesa de juego, llenó su mochila con todas las fichas que pudo coger y se marchó del Casino Bellagio sin pegar un solo tiro, aunque llevaba una pistola oculta en su mano izquierda.
A priori, el robo de Anthony Carleo puede parecer el atraco perfecto, salvo por un pequeño detalle: aquellas fichas valoradas en un millón medio de dólares (1,4 millones de euros) sólo eran válidas dentro del Casino Bellagio. Además, el establecimiento de juego anuló las fichas más altas, las de 25.000 dólares, las cuales contaban también con un sistema de radiofrecuencia. De esta forma, estas fichas solo podían retirarlas aquellos jugadores que las tenían antes del atraco. Al descontar esas fichas de 25.000 dólares (un millón de dólares), a Carleo le quedaban 400.000 dólares en fichas más pequeñas, aunque tenía que cambiarlas dentro del casino.
Carleo intentó ganar el máximo dinero posible en las mesas de juego del Casino Bellagio con las fichas más pequeñas, pero no tuvo suerte. En ese momento, recurrió a las fichas de 25.000 dólares y decidió venderlas fuera del establecimiento de juego, ya que estaban desactivadas. Se registró en el foro de póker TwoPlusTwo y contactó con una persona interesada. Esa fue su peor jugada. Aquel usuario del foro era en realidad una persona que sabía lo que había ocurrido en el Bellagio, y quería descubrir si el ladrón de las fichas era él. Finalmente, Carleo se delató al enviarle una foto con dos de las fichas que había robado, por lo que ese usuario envió la imagen a la policía de Las Vegas y acabó con la historia de Carleo.