Pese a su polémico pasado, 'Billy el Niño' tenía cuatro medallas que, tal y como nos recuerdan indignadas sus víctimas, incrementan en un 50% su pensión. El pasado mes de febrero, pese a que la Mesa del Congreso dio el visto bueno para que viese la luz el expediente de la concesión de dichas medallas, se rechazó hacer pública la “hoja de servicios” del expolicía.
"Yo fui torturado por José Antonio González Pacheco", nos contaba en esos días José Luis Úriz Iglesias, exparlamentario y concejal del PSN-PSOE. "Hoy nuevamente su negra sombra se abate sobre mí, mientras leo la noticia del voto en contra de PSOE y Podemos (de mi izquierda) en la junta de portavoces del Parlamento, a una propuesta para que se haga pública la hoja de servicios de mi torturador".
Pero no fue el único. Hasta una larga lista de personas que ronda la veintena se querelló el pasado verano con el inspector conocido como 'Billy el Niño', cuyas prácticas de tortura, algunas incluso tras la muerte del dictador, resuenan aún en las palabras de sus víctimas: "Durante tres días me torturaron, me pegaron sobre todo en los pies y no podía calzarme ni andar", explicó hace unos meses uno de los denunciantes.
"Creo que nunca se borrará de mi mente aquella cara. Ahora la he vuelto a ver de nuevo al saber este acto de traición, vuelven a mí los recuerdos de aquellos interminables días en la DGS, en la Dirección General de Seguridad de la Puerta del Sol. Aquel tétrico edificio que aún me da escalofríos al pasar delante, por más que ahora sea la sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid", relataba Úriz Iglesias.
"En el camino unas cuantas, muchas, hostias, casi todas venidas de Billy, especialmente cuando me quejé de que las esposas me hacían daño, y el aviso de lo que vendría después"
"En la tenebrosa celda mi única inquietud era que mi madre estaría preocupada porque no llegaba a casa, y así era porque en aquel tiempo cuando te detenían simplemente desaparecías", continúa. "Ahora al ver su cara, al recordar sus interrogatorios, sus “métodos”, la piscina, la bolsa, los siento aún en mis carnes, en mi memoria y me repugna aún más la tortura como método de interrogatorio".
Y es que José Luis recuerda perfectamente cuando "Billy actuaba dando fuertes golpes en mi nuca situado justo detrás mía y uno de sus compañeros le decía 'ten cuidado que se te va a ir la mano otra vez y lo vas a matar'".
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