La sentencia, dictada después de que un jurado popular emitiese veredicto de culpabilidad, contempla la atenuante de confesión tanto para el asesinato como para el robo, ya que el penado, que tenía 24 años en el momento de los hechos, reconoció la comisión del crimen cuando fue detenido por la Policía y durante su declaración ante el jurado.
El Tribunal condena también a dos años de prisión por un delito de encubrimiento a otro joven, de 21 años cuando sucedió el asesinato, que conoció el crimen poco después que sucediera y ayudó al principal condenado a deshacerse de los efectos que había robado de la casa.
Los hechos ocurrieron sobre las nueve de la noche, cuando el condenado fue a la vivienda de la víctima, que ya conocía porque había acudido con anterioridad para prostituirse.
Según el relato de hechos probados de la sentencia, agresor y víctima mantuvieron relaciones sexuales y mantuvieron después una discusión durante la que el joven cogió un cuchillo y le hizo dos cortes en el pecho al fallecido.
A continuación, le golpeó la cabeza con un bote de insecticida, lo que dejó herido e inconsciente al agredido. Posteriormente, le tapó la boca, le ató las manos en la espalda y lo asfixió.
Antes de abandonar la vivienda, el agresor se llevó un teléfono móvil, una bicicleta eléctrica y un monedero con tarjetas de crédito de la vivienda. Posteriormente, quedó con el otro condenado y ambos decidieron deshacerse de los efectos robados para evitar que les relacionaran con el crimen.
Durante el juicio, que comenzó el pasado 11 de noviembre y se celebró mediante el procedimiento del jurado popular, las defensas de los dos jóvenes y la acusación particular se adhirieron a la calificación y a la petición de penas formulados por el Ministerio Fiscal.