La sentencia impone también al penado la obligación de indemnizar a las tres víctimas con un total de 16.000 euros en concepto de daños morales: 8.000 a una de ellas y 4.000 a cada una de las dos restantes.
El tribunal señala como responsable civiles subsidarios del pago de esas cantidades al club de atletismo al que pertenecía el acusado y al ayuntamientopropietario del polideportivodonde desarrollaba su labor.
La Sala le absuelve en cambio de dos delitos de abusos sexuales contra otras tantas chicas por haber prescrito, así como de tres delitos contra la integridad moral.
El ahora condenado ejercía como conserje de las instalaciones deportivas municipales desde 1986 y paralelamente, al menos desde el año 2000, entrenaba a gimnastas menores de edad, al contar con la titulación de entrenador de esa modalidad expedida por la Real Federación Nacional de Gimnasia Artística.
Los magistrados han declarado probado que dirigía esos entrenamientos “de forma dura y exigente, llevando a las menores al límite”, a las que insultaba o menospreciaba o bien castigaba con repetición de ejercicios físicos severos.
Asimismo, la sentencia considera acreditado que sometió entre los años 2005 y 2017 a cinco de las víctimas a las que entrenaba, de edades comprendidas entonces entre los seis y los 19 años, a abusos sexuales de forma continuada.