Agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil llevaron a cabo ayer la detención en el Centro Penitenciario Las Palmas II de un ciudadano marroquí con residencia de larga duración en España por su presunta implicación en actividades terroristas y que estaría planificando llevar a cabo un ataque en territorio español una vez fuera puesto en libertad.
La investigación, que ha sido dirigida desde el Juzgado Central de Instrucción número 3 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional, ha puesto de manifiesto la importancia de la actividad investigativa por parte de las fuerzas de seguridad en los centros penitenciarios.
El detenido se encontraba en prisión cumpliendo una condena asociada a delitos de naturaleza violenta, y durante su estancia en diferentes centros penitenciarios de España ha desarrollado un rol de gran ascendencia sobre otros internos a los que presuntamente habría intentado radicalizar.
Asimismo la investigación ha encontrado indicios del interés manifiesto del interno por cometer una acción terrorista tras su puesta en libertad. Para ello contaba con una planificación y disponía de los contactos adecuados para su preparación como consecuencia de su amplia vinculación con diferentes ámbitos de delincuencia organizada. De esta manera, por parte de los investigadores se han evidenciado las gestiones realizadas por el detenido dirigidas a crear un célula de actuación más amplia, conseguir armas de fuego una vez que fuera puesto en libertad y la definición de posibles objetivos.
En esta investigación ha sido de vital importancia la labor llevada a cabo por el personal especializado de Instituciones Penitenciarias en su función de desarrollar los primeros pasos de detección de indicadores de radicalización y conductas violentas con motivación terrorista. La cooperación entre las Fuerzas de Seguridad e Instituciones Penitenciarias se considera fundamental y efectiva en el interés de neutralizar amenazas provenientes de este ámbito.
Desde la elevación al nivel 4 de alerta antiterrorista el pasado 26 de junio de 2015, la Guardia Civil ha reforzado todos los dispositivos operativos y líneas de investigación relativas a la amenaza terrorista, especialmente aquellas sobre individuos inmersos en un proceso de radicalización que pueda desembocar en el desplazamiento a zona de conflicto o en la comisión de acciones terroristas en los países de residencia.