El pasado 3 de julio, Samuel perdió la vida a causa de una tremenda paliza que le propinaron varios jóvenes, a la salida de una discoteca. Sus amigas lloraron y gritaron que le dejaran en paz, pero no pudieron impedir la agresión, al igual que los médicos tampoco pudieron salvarle. Miles de personas se concentraron en distintos puntos de España condenando simbólicamente este acto de agresión brutal. Además, este asesinato se produjo durante el Orgullo Gay, que reivindica la libertad de las personas, pero se ha saldado con varias víctimas, entre ellas, Samuel.
La Policía detuvo a tres jóvenes, mayores de edad, implicados en el asesinato, aunque hubo más participantes. Desde el principio se abrió la posibilidad de que el motivo de tal agresión fuera de índole homofóbica, puesto que varios testigos escucharon cómo los agresores le gritaban a Samuel: “¡maricón!”.
Este jueves, 5 de agosto, los tres detenidos mayores de edad, fueron citados por la jueza en La Coruña y varias personas les increparon al grito de “¡asesinos!”. Llegaron a las 9 a.m. en un transporte de la Guardia Civil, procedente de la cárcel de Teixeiro, ya que estaban en prisión provisional. Solo uno de los jóvenes bajó del vehículo con el rostro descubierto. En esta comparecencia, solo estaban citados ellos tres y las partes personadas en el caso.
La jueza dictó sentencia condenatoria a los tres jóvenes por asesinato, además, dos de ellos, por delito de odio y, al tercero, por robo con violencia. También hay una mujer implicada, que actuó como encubridora y también se le ha acusado de asesinato, pero ha sido puesta en libertad con medidas cautelares.
Además, la investigación del “Caso Samuel” ha revelado que los agresores se reunieron, al menos, dos veces, para tratar de eliminar las pruebas del delito.