La juez de Violencia sobre la Mujer de Tudela, titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2, ha decretado este mediodía prisión provisional, comunicada y sin fianza para el marido detenido en Arguedas tras acuchillar en cuatro ocasiones a su mujer. La magistrada imputa al investigado, E. G. L., un delito de homicidio en grado de tentativa.
En la comparecencia celebrada ante la juez, el Ministerio Fiscal ha solicitado el ingreso en prisión del encausado. La abogada defensora, por su parte, ha pedido la libertad provisional o, en su caso, otra medida menos gravosa.
En el auto, que puede ser recurrido, la magistrada considera que la prisión provisional, además de asegurar la presencia del investigado en el proceso por el riesgo de fuga existente en atención a la gravedad de la pena que se le podría imponer, “es absolutamente imprescindible para evitar que el imputado pueda actuar contra la vida o la integridad física de la víctima”.
Para la juez, la medida cautelar está perfectamente justificada, y más a tenor de los hechos descritos y la gravedad del ataque. De hecho, la víctima se encuentra hospitalizada a día de hoy.
Además, resalta que, según los agentes de la Guardia Civil, existe un riesgo “alto” en este caso, en el que “la víctima necesita ser protegida”. En este sentido, los guardias han puesto de manifestó la actitud desafiante mostrada por el investigado al manifestar ante ellos que la iba a matar.
La agresión tuvo lugar sobre las 16 horas de este martes en la cocina de la vivienda familiar en Arguedas. El marido asestó cuatro puñaladas a su mujer con un cuchillo de 14 centímetros de hoja en presencia de sus dos hijas menores de 11 y 13 años.
Según recoge la resolución judicial, la primera puñalada se produjo en el lado derecho de la víctima, muy próxima al hígado, por la que tuvo que ser trasladada de inmediato al Hospital. Las otras tres se produjeron a la altura de la ingle y de la pierna derecha, probablemente debido a la intervención de las hijas del matrimonio quienes intentaron apartar al agresor.
La víctima logró huir y llamó al timbre de su vecina, a quien pidió ayuda. Le dijo que su marido la iba a matar y mostró grave preocupación por sus hijas.
En la declaración tomada a la víctima por los agentes de la Guardia Civil en el Hospital, donde todavía se encuentra ingresada, ésta declaró que su marido es esquizofrénico y lleva tiempo sin tomar la medicación.
Por su parte, el investigado, en dependencias de la Guardia Civil y en presencia de los agentes, manifestó que no tomaba medicación y que iba a matar a su mujer.