Hay momentos en la vida en los que la suerte no nos sonríe. Acabamos de pasar por una epidemia global que ha paralizado al mundo durante meses, y una incertidumbre geopolítica que ha hecho que los precios se disparen, sobre todo los de productos tan necesarios en el día a día como la electricidad, la gasolina o el gas, por no hablar de ciertos alimentos de primera necesidad, que no han hecho sino incrementar su valor en el mercado hasta límites inauditos en algunos casos.
Es por esto por lo que, ante una situación tan acuciante, muchas personas recurren a los préstamos personales. Pero no solo por necesidad, ya que hay otros que lo necesitan como adelanto por un improvisto, como un problema de salud, o una reparación en el coche -algo del todo habitual, por cierto-.
Este tipo de producto financiero se caracteriza por una ventaja principal: la rapidez. Y es que conseguir dinero por parte de algunas entidades financieras más tradicionales nos puede llevar a tener que personificarnos en la sucursal tras pedir cita previa, rellenar un sinfín de papeles y, en definitiva, una larga espera que, a veces, no nos podemos permitir.
Es por esto que Internet se ha convertido en nuestro gran aliado, con sitios como https://banksecret.es/, que nos puede facilitar sobremanera la elección del que mejor se adapte a nuestras necesidades. Los requisitos suelen ser parecidos entre las diferentes opciones, por ejemplo, tener más de entre 18 y 25 años, así como disponer de una cuenta de correo electrónico o un número de teléfono como forma de contacto. Hay que tener en cuenta también que este tipo de productos financieros conlleva un tipo de interés, TAE o TIN, lo que nos permitirá ir devolviendo el dinero en pequeñas cuotas -dependiendo de lo que requiera cada uno-, sin necesidad de aval en la mayoría de los casos.
A este respecto, hay muchas opciones. Los préstamos online suelen tener plazos de devolución de entre uno y tres meses, ya que las cantidades no suelen sobrepasar los 5.000 euros. Sin embargo, en cifras mayores, sí que encontramos plazos que van hasta los tres años. Es la enorme personalización del mismo lo que convierte a este producto financiero en algo seguro, capaz de dotarnos de esa tranquilidad que en no pocas ocasiones necesitamos ante las circunstancias de la vida que nos llevan a recurrir a este tipo de herramientas, del todo habituales, con un uso cada vez más y más extendido entre la población.